La imagen muestra una zona rural situada en un valle.

El progreso económico y social de los países a largo plazo viene determinado, entre otras cosas, por la distribución de su población en el territorio. La evidencia nos dice que la concentración demográfica en grandes núcleos urbanos facilita la eficiencia en la prestación de servicios, potencia la innovación y el intercambio de ideas, y fomenta la atracción de talento, generando más crecimiento y más empleo. La contrapartida es el vaciamiento del mundo rural y, con él, la pérdida de dinamismo de las actividades locales y de sectores como la agricultura o la ganadería; el deterioro en el acceso a servicios públicos esenciales como la educación o la atención médica; la degradación de múltiples ecosistemas por falta de gestión del territorio; el aislamiento social o la desaparición de tradiciones.

España ha experimentado un proceso creciente de urbanización: en 2024, el 80% de la población vivía en ciudades, cuando en los ochenta lo hacía el 72%. La pérdida de población de los municipios rurales ha sido continuada, y tuvo en la década de 2010 uno de sus mayores exponentes del pasado reciente.

La COVID-19 supuso un punto de inflexión en la caída demográfica del mundo rural. El auge del teletrabajo, el incremento de la digitalización y la búsqueda de contacto con la naturaleza tras meses de confinamiento se tradujeron en una cierta vuelta a los pueblos: entre 2019 y 2022, los municipios de menos de 10.000 habitantes ganaron 150.000 residentes y registraron un crecimiento acumulado del 1,6%, mayor al de la media nacional. Superada la pandemia, y con datos a 2024, la población rural ha seguido creciendo y lo ha hecho gracias al avance de los municipios próximos a las grandes áreas metropolitanas del país, que parecen haber configurado un nuevo área de alto dinamismo poblacional [Figs. 1 y 2]. 

Fig. 1. Evolución de la población de las ciudades y los municipios rurales de España (base 100= 2020).

El primer gráfico muestra la evolución de la población de los municipios rurales (municipios con menos de 10.000 habitantes) y los municipios urbanos (municipios con más de 10.000 habitantes). Para ello, compara la población respecto al año 2020, que se considera como año base. Antes de 2020, los municipios con menos de 10.000 habitantes mostraban una tendencia de pérdida de población. Desde 2020, estos municipios muestran una tendencia de crecimiento.

Fuente: Instituto Nacional de Estadística.

Fig. 2. Evolución de la población de los municipios rurales que crecen tras 2020 y de las ciudades de España (base 100= 2020).

El segundo gráfico muestra la evolución de la población de los municipios rurales (municipios con menos de 10.000 habitantes) que sí crecen y los municipios urbanos (municipios con más de 10.000 habitantes). Se observa que ambos grupos de municipios muestran una tendencia de crecimiento similar.

Fuente: Instituto Nacional de Estadística.

Los factores detrás de este comportamiento parecen múltiples, pero entre los más relevantes podrían estar la mejora de las conexiones e infraestructuras de transporte, la cercanía de esos pueblos a servicios esenciales o el menor coste de acceso a una vivienda, en un contexto de fuerte subida de precios en la mayoría de ciudades.   

El destino de muchos pueblos dependerá de su tamaño actual, su pirámide demográfica, su proximidad a núcleos urbanos en expansión o su capacidad para generar actividad de forma endógena. Los municipios rurales bien conectados que sepan aprovechar las oportunidades que brindan la transición ecológica y la digitalización para potenciar su atractivo residencial y convertirse en comunidades vivas con proyectos económicos, educativos o culturales propios podrían seguir ganando población en el futuro.

Para más detalles, véase: Banco de España. Informe Anual 2020. Capítulo 4. La distribución espacial de la población en España y sus implicaciones económicas. Madrid: Banco de España, 2021; y Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia (coord.). España 2050: Fundamentos y propuestas para una Estrategia Nacional de Largo Plazo. Madrid: Ministerio de la Presidencia, 2021.